Este fin de semana estuvimos visitando una pequeña villa vintage de anticuarios, artesanos y artistas rodeados de los amantes del coleccionismo y la decoración.
En nuestro paso encontramos una antigua librería de 800 m2, con sus inmensas paredes cubiertas de más de 120.000 libros. Lugar mágico lleno de rincones y ambientes acogedores donde se creaban perfectos escenarios e iluminación que me dan la oportunidad de tener un espacio casi cinematográfico donde dejar libre mi creatividad y en donde retratar espontáneamente a el escritor que me acompañaba.